Puedes crear un bosque comestible de secano en un espacio mínimo.
También con poca agua.
Antes

Después

En esta página te quiero explicar por qué este es, probablemente uno de los proyectos más sorprendentes que hayas visto en mucho tiempo…
Aquí va la historia…

Muchas personas sueñan con irse a vivir al campo. Tienen una idea romántica en la cabeza, y mientras la vida va pasando, y los sueños se posponen.
No te voy a mentir. Nosotros no teníamos nada de esto planeado.
Más bien, la vida nos iba proponiendo, y nosotros asintiendo.
Una tierra en mitad de un valle perdido.
Barata.
Con agua (en las escrituras, atención, luego verás que NO tenía NADA de agua).
Y así comenzamos.
En mitad de la Sierra de la Contraviesa en la Alpujarra Granaína. En un lugar inaccesible donde para poner una lavadora teníamos que caminar un par de horas subiendo bidones de agua del barranco de abajo.
Barranco arriba.
Barranco abajo.
David y yo nos hicimos especialistas.
A base de hostias.
Cometimos muchos errores, no te creas.
Plantamos árboles que necesitaban mucha agua… para verlos morir.
Este tema nos obsesionó hasta tal punto que comenzamos a devorar libros de permacultura y de gestión del agua en climas áridos (como California), y poco a poco comenzamos a poner en práctica todos los consejos.
Cuando me quedé embarazada de mi segunda hija, Rowen, nos mudamos a Lanjarón, a un cortijo en el que SI teníamos 3 horas de agua de fuente a la semana.
Imagina. Después de vivir con 20 litros de agua al día (para todo), eso era un lujo.
El gusanillo ya nos había picado, sin embargo, y seguimos formándonos. David estudió Permacultura junto a Geoff Lawton, alumno directo de Bill Mollison, (el padre de la permacultura)…
Geoff Lawton
Este tío, Geoff Lawton tiene un proyecto llamado “Greening the Dessert” (un oasis que ha creado en Jordania), y hemos implementado varias cosas con éxito.
Por eso, compartimos todo lo que aprendemos.
Básicamente permacultura práctica aplicada al secano mediterráneo.


Plantar agua




En la nueva tierra, en Lanjarón, pusimos todos los principios en práctica…
Los que aprendimos a base de prueba y error.
Los que nos enseñó nuestro maestro.
La tierra parecía un trozo de roca roja con 20 olivos mal puestos, cuando la compramos.
Te juro que yo miraba al David, y pensaba…
“Está zumbado”.
Poco a poco, en 2015 comenzamos a “crear” tierra.
A “plantar agua” (todo son cosas que entenderás cuando te suscribas a la news).
… Y hasta hoy.
Hemos creado un modelo escalable de bosque comestible de secano, que te puedes “llevar a casa”.
Porque un bosque te cabe en unos metros de terreno.
Porque un bosque es un ecosistema. No se trata de la cantidad de árboles ni de las hectáreas, se trata de re-crear un ecosistema.
No nos engañamos.
Somos conscientes del cambio climático.
De las olas de calor.
De la desertificación.
Y por eso decidimos aportar nuestro granito de arena, difundiendo toda esta información.
Cuando surgió AguaBosque muchas personas pensaron que era algo casi irrealizable. Nada menos que un proyecto mundial para gestionar el agua del planeta con el fin de producir bosques que fueran sostenibles y que dieran fruto comestible.
Poco a poco nos fuimos redefiniendo. Comenzamos a ayudar a otras iniciativas que comparten nuestra visión de un planeta más verde, financiando, asesorando o simplemente ayudando con la difusión. Al final buscamos re-conectar a las personas con la naturaleza, Inspirarlas a vivir de un modo más sostenible, y hacer posible un cambio dramático a través de las pequeñas acciones del día a día.
Sueño posible

¿Y sabes por qué entiendo que mucha gente lo viera como una especie de sueño imposible?
Porque son de esas cosas que muchas veces se sueñan pero que solo parecen estar al alcance de grandes organizaciones, con millones de euros en financiación y un eco mediático enorme. Nosotros éramos cuatro “pelaos” a los que no conocía nadie y con los recursos justos para hacer acciones muy puntuales y de muy pequeño alcance.
Pero también sabíamos otra cosa, si lográbamos que más gente participara, el potencial era enorme y podríamos hacer algo que realmente repercutiera positivamente en una mejora real en nuestro planeta y en sus habitantes. Quizá era un sueño loco, pero nadie nos podía negar que era un sueño bonito.
Y mientras tanto, seguíamos jugando y experimentando en el Cortijo.
Poniendo en marcha sistemas de captación de agua.
Recogiendo el agua de la lluvia.
Trabajando en las escorrentías, y simplemente apoyando lo que la Naturaleza ya hace super bien, crear sus propios ecosistemas.
Y cada vez más gente se empezó a interesar por el proyecto. Empezamos a recibir visitas de personas de todos los rincones de España para recibir información de cómo crear ellos un bosque en sus parcelas y otros que, simplemente, querían apoyar AguaBosque, y conocer el proyecto.
Te confesaré algo. Yo ya tengo un proyecto online. No nos ganamos la vida con esto. Entonces…
¿Por qué decidimos comenzar este Proyecto?
Pues por la friolera de una pelea entre vecinos.
Por el agua.
Un vecino le arreó un palazo en la cabeza a otro, y le hizo un buen destrozo.
Nosotros sentímos que tenemos mucha información, acumulada a base de prueba y error, y que si la compartíamos, podríamos evitar muchas peleas como esta.
Y gracias a mis años emprendiendo negocios online y a la cantidad de gente de talento que tengo la suerte de conocer, se me ocurrió algo tan sencillo como esto:

¿Y si nos juntamos entre los amigos, para que este mensaje llegue bien lejos?
Y así formamos un grupo de Ratones de campo (David y yo), ocupados del tema permacultor, y Ratones de ciudad (Lidia, Pau, Alba e Indale) a cargo de la imagen de marca, el canal, los videos…
Y juntos promovemos el aprendizaje práctico de la Permacultura aplicada al secano mediterráneo.
¿Te apetece formar parte?

Un movimiento para
- Personas conscientes de la importancia del cambio climático y la gestión del agua.
- Entidades locales que puedan ceder tierras públicas para generar bosques sostenibles.
- Influenciadores que ayuden en la difusión del mensaje.
- Personas con recursos económicos que quieran hacer aportaciones libres al proyecto.
- Biólogos, ambientólogos, agricultores… que sientan la necesidad de ofrecer sus conocimientos.
- Propietarios de tierras que quieran replicar el modelo de Shambala.